jueves, 27 de septiembre de 2012

En el Estado: violencia institucional

Se ejerce a través de los sistemas legales, educativos, de atención a la salud u otros cuando no poseen perspectiva de género; y de prácticas y normas institucionales que provocan comportamientos que victimizan y revictimizan a las mujeres.

La falta de protección social, el alto grado de inseguridad, la violencia policial, militar y paramilitar, los índices elevados de mortalidad materna, la impunidad por los asesinatos de mujeres que favorece las condiciones que permiten los crímenes, la violencia contra las mujeres ejercida por autoridades, gobernantes, funcionarios, los obstáculos en el sistema de justicia, la situación de las mujeres privadas de libertad, etcétera.

En la familia: violencia familiar o doméstica
Un caso particularmente dramático de la violencia social lo constituye la violencia familiar en sus diferentes expresiones y, aunque se sabe que existe, habitualmente no se la menciona o se la mantiene oculta porque la sociedad no puede admitir que el hogar no sea ese espacio idealizado de afecto y amparo. Sin embargo, en los últimos años se comenzó a tomar conciencia de la existencia de la violencia doméstica y de la necesidad de considerarla un "problema público" y no un "problema privado" que requiere urgente solución y la intervención del Estado para prevenirla, sancionarla, proteger los derechos de las víctimas e incentivar su erradicación.
La violencia familiar es toda acción u omisión cometida por uno de los miembros de la familia contra otro de sus integrantes, que ocasiona daño físico, sexual, psicológico o patrimonial.
Por su magnitud, la violencia del varón contra la mujer (novio, cónyuge o pareja, ex-marido) es la de mayor relevancia. Hace referencia a un tipo específico de relaciones interpersonales que tienen lugar en el ámbito de las relaciones familiares y afectivas, aun cuando ellas se den con o sin vínculo actual de pareja, con o sin cohabitación, dentro o fuera del ámbito doméstico.
Estudios e investigaciones realizadas por distintos organismos internacionales indican que las situaciones de violencia familiar se concentran en forma especial en las mujeres, y aportan datos recogidos a nivel mundial que reflejan que al menos una de cada diez mujeres es o ha sido agredida por su pareja.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi la mitad de las mujeres que mueren por homicidio son asesinadas por sus maridos o parejas actuales o anteriores, porcentaje que se eleva hasta el 70% en algunos países.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) da cuenta de que entre un 25% y más de un 50% de mujeres latinoamericanas, dependiendo del país donde viven, sufre algún tipo de violencia en el hogar. Y un estudio realizado por el Banco Mundial muestra que uno de cada cinco días activos que pierden las mujeres por problemas de salud, se debe a las manifestaciones de la violencia doméstica
 
 
A pesar de que la violencia de género afecta a mujeres

de todos los niveles socioeconómicos, existen grupos

con mayor vulnerabilidad frente a la violencia de género,

como las mujeres migrantes, las mujeres pobres, las

mujeres indígenas y las niñas. Dadas las condiciones

particulares de discriminación a las que se enfrentan,

las mujeres que pertenecen a estos grupos tienden a

no acceder de forma efectiva a la protección del Estado.

De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones

Unidas para los Derechos Humanos,

las mujeres

indígenas están sujetas a violencia de género tanto

en los espacios colectivos e institucionales como

en el plano interpersonal.

0 comentarios:

Publicar un comentario