Violencia de Género

Violencia de género


Si bien las violaciones de derechos humanos afectan tanto a varones como a mujeres, su impacto y su carácter cambian y asumen características diferenciales según el sexo de la víctima.

La mayoría de las lesiones de los derechos de las mujeres y de las situaciones de discriminación y abuso de las que son objeto se deben en forma específica a su condición de mujer.

La violencia contra las mujeres es una de las caras más dolorosas de la discriminación. 


Es un problema social de grandes dimensiones que atraviesa a mujeres de distintos países y culturas, condiciones sociales, niveles de educación, religión, raza, etnia y edad, producto de una organización estructurada en relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones, que responden a patrones sociales y culturales profundamente arraigados en la sociedad.
Agrupa todas las formas de violencia que se ejercen por parte del hombre sobre la mujer en función de su rol de género: violencia sexual, tráfico de mujeres, explotación sexual, mutilación genital, etc.  
Independientemente del tipo de relaciones interpersonales que mantengan agresor y víctima, que pueden ser de tipo sentimental, laboral, familiar, o inexistentes. 




La violencia contra las mujeres tiene sus raíces en:


- Las relaciones sociales de dominación masculina y subordinación femenina: unos mandan más que otros en la sociedad.
- La construcción de identidades de género desiguales: las identidades femeninas son menos valoradas que las masculinas.
- La división sexual del trabajo: las mujeres dedicadas al cuidado y responsabilidades familiares y los varones, a los trabajos productivos.
- La persistencia de relaciones



Las principales manifestaciones de violencia contra la mujer son: las lesiones personales, el abuso y acoso sexual, la prostitución, la violación, el secuestro, la trata de personas, la tortura, la muerte violenta y las diversas formas de discriminación.

La violencia de género también afecta directamente a las niñas: millones de ellas cada año son mutiladas genitalmente y son víctimas de la selección prenatal del sexo, los abortos forzados y el infanticidio.

La lucha contra la violencia hacia las mujeres ha sido intensa en las últimas décadas y ha permitido lograr un conjunto de cambios...







Contexto de la violencia contra las mujeres.

1) En la familia: violencia familiar o doméstica
2) En el trabajo: violencia laboral
3) Violencia en la comunidad: violencia social
4) En los medios de comunicación: violencia mediática
5) En el Estado: violencia institucional






Buena idea, mala idea...
Después viene todo un cúmulo de reglas totalmente arbitrarias respecto a la vestimenta, vestidos y faldas para las niñas y pantalones y camisas para los niños. Azul y rosa para cada uno. Frases que fundamentan la homofobia como "no seas mariquita", "los niños no lloran", entre tantas otras que obligan a los niños a reprimir sus emociones mientras que a las niñas las coloca en una permanente posición de delicadeza y victimización.

No sólo eso, también nos enseñan que los lugares son distintos para cada sexo. Baños separados, la cocina es para las mujeres y el taller para los hombres. La división de las tareas domésticas empapa la mente humana de roles totalmente arbitrarios. Convierte a los hombres en inútiles domésticos y a las mujeres en esclavas de la limpieza.







   
ANÁLISIS
Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres solamente consisten en la función orgánica del aparato reproductivo. 
A esas diferencias les llamamos sexo. Pero a las diferencias culturales sobre las funciones sociales entre hombres y mujeres es lo que se puede catalogar como género. 
Tenemos el hipotálamo y el bulbo raquídeo repletos de datos adquiridos a lo largo de nuestras vidas sobre lo que deben ser hombres y mujeres, datos por cierto, completamente erróneos.
La violencia de género empieza en el adiestramiento pedagógico que todos sufrimos durante la infancia. Todo nuestro entorno social va instruyéndonos sobre las prácticas propias de niños y niñas. Para empezar, a los niños nos enseñan a apropiarnos de nuestros genitales al grado que terminamos poniéndole nombre a nuestro miembro, mientras que a las niñas les dicen que ellas no tienen lo que los niños tienen, como insinuando que están carentes de genitales.


Bibliografía




Centro de documentación de las mujeres, recuperado de,  http://isis.cl/jspui/handle/123456789/34759

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